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Necesita un biberón para dormirse.
¿Tu bebé necesita un biberón para dormirse? Si se despierta en medio de la noche y ¿solo es capaz de volver a dormir con el biberón?
Cuando los bebés son peques, es normal que en cada despertar de la noche necesiten hacer una toma. Sin embargo, a veces llega un punto en el que observamos como no solo no disminuyen las tomas nocturnas, sino que muchas veces incluso van a más.
Con el biberón sabemos exactamente la cantidad de leche que toma un bebé, y en ocasiones observamos cómo están tomando más leche de la recomendada o incluso cómo tras dos horas de sueño, se despierta y vuelve a necesitar el biberón para dormirse, a pesar de que “sepamos” que no necesitaría hacer esa toma (pero se la damos para que continúe durmiendo).
¿Por qué necesita el biberón para dormirse?
Generalmente comienza cuando son pequeñitos, y se duermen mientras hacen la toma o justo al terminarla. Al ser tan bebés es habitual que necesiten hacer una toma nocturna en cada despertar, se despierta para comer y se vuelve a dormir.
Sin embargo, con el paso del tiempo comienzan a despertarse por otros motivos: regresiones, sobre cansancio, etc. Y las familias, a veces piensan que el único motivo por el que se despierta es hambre, con lo que se le ofrece a volver a dormirse el biberón de nuevo. De esta manera lo que hacemos es afianzar en la mente del bebé que el biberón sirve para alimentarse y también para dormirse, y poco a poco, lo que hacemos es que en su cabecita una ambas cosas: biberón y sueño, con lo que llegará un momento en el que le sea muy muy difícil volver a conciliar el sueño sin su biberón.
¿Cómo reducir o eliminar el biberón de los despertares?
Sobre este tema estuve hablando en una entrevista para HOLA. Estos biberones es muy importante eliminarlos poco a poco, ya que aunque nosotros pensemos que este bebé no necesita hacer tomas nocturnas, lo cierto es que si le quitamos los biberones de golpe, tendrá hambre real. Y es que ponte en la situación: como persona adulta que eres no necesitas comer por la noche, pero si te pones un despertador cada 3 horas (por ejemplo) y te dan algo de comer (imagina, un plátano), te vas a acostumbrar a comer por la noche, y llegará un punto en el que aunque no suene el despertador, vas a sentir la necesidad de comer, y si de pronto se te prohíbe comer cualquier cosa, ¿qué va a pasar? que vas a tener hambre real. Lo mismo le ocurre a los bebés.
Ve disminuyendo la cantidad de leche poco a poco.
Es importante que su estómago se vaya acostumbrando a tomar menos alimento por la noche. Quitar todas las tomas nocturnas de golpe sería muy duro para tu bebé, y sentiría hambre real por mucho que pensemos que no necesita todos esos biberones.
Así que se trata de un proceso.
Que el biberón no sea para dormirse.
Es importante que le deis el biberón de antes de dormir, con luz, procurando que no se duerma mientras lo toma. De lo contrario, le costará cada vez más dormirse sin tomar el biberón (o incluso sin estar tomándolo o haberlo acabado hace solo unos segundos).
Solo se calma con el biberón.
Si cada vez que el bebé llora, le ofrecemos un biberón (aunque tengamos la certeza de que no tiene hambre), el bebé aprenderá que lo que lo calma es el biberón, y por lo tanto cada vez que llore buscará el biberón para calmarse. Es importante que el bebé se vaya calmando con su mamá, papá, o el cuidador con el que esté. Pero no con el biberón.
Por lo tanto, si quieres eliminar las tomas nocturnas de biberón porque consideras que tu bebé ya no las necesita, ve actuando poco a poco, trabajando para desvincular el biberón y el sueño, y después bajando la cantidad de leche que toma para irse acostumbrando poco a poco, antes de la retirada final de los biberones nocturnos.
Si necesitas ayuda, no dudes en ponerte en contacto conmigo, tengo diferentes opciones para ayudarte a mejorar el sueño de tu bebé.
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Regresiones del sueño.
Las regresiones de sueño hacen que tu peque que quizás dormía bien, de repente, empiece a dormir peor.
¿Qué ha pasado?
¿Se quedará así para siempre?
Regresiones de sueño por la edad.
Hay una serie de regresiones que vienen marcadas por el calendario y suceden en todos los bebés prácticamente en los mismo tiempos. Son regresiones evolutivas.
La primera: La Regresión de las 6 semanas.
Es la primera, pero suele pasar desapercibida. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta que aparece en pleno postparto, en un momento que todo suele ser un caos.
Esta regresión llega debido a un pico de crecimiento que hace que el bebé necesite despertarse más veces para alimentarse (en estos momentos de desarrollo necesita mucho combustible). Además, los peques a esta edad comienzan a estar más despiertos, así que es importante procurar tener actividades relajadas hacia el final del día, así como estar pendiente de que cumpla con sus ventanas de sueño, para no llegar sobrecansados a la noche, provocando lo que se llama “la hora bruja”.
Regresiones de sueño no debidas a la edad.
Ocurren debido a cambios como una mudanza, la llegada de un hermanito… o cuando están malitos. Son momentos que tu bebé vive muy intensamente (aunque a veces pensemos que no se da cuenta).
¿Qué hacer durante una regresión de sueño?
Durante las regresiones de sueño es muy importante mantener la calma. Hay que saber que durante el tiempo que dure la regresión tu peque va a necesitar más apoyo y que su sueño será peor, pero la regresión pasará y, si no hemos introducido muletillas nuevas, volverá a su ser.
¿Cómo gestionar una regresión de sueño?
Durante las regresiones es importante no dar grandes pasos atrás o comenzar a utilizar estrategias que no queramos que se queden con la familia. Por ejemplo, “tu peque acaba de aprender a andar y cuando lo pones en la cuna quiere estar paseando de un lado al otro”, así que, como te desespera, lo decides “va a dormir en el carrito“. Pruebas y el peque, se relaja y tras unos paseos por el pasillo, se queda dormido. Al día siguiente, lo vuelves a llevar a la cuna, ves que se pone de pie y que comienza a caminar, y decides tirar por lo rápido, “total, así estamos todos felices”, y día tras día se instaura una nueva muletilla. Y de repente te das cuenta de que para dormir, tu peque necesita siempre siempre el carrito… ¡ouch!
Esta trampa del carrito me la conozco muy bien porque me ocurrió a mí con mi hijo mayor, cuando no tenía ni idea de nada sobre el sueño infantil.
Si te ha pasado a ti, y te has quedado con alguna costumbre que te cuesta quitar, consulta las diferentes opciones que tengo con las que puedo ayudarte.
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Ventanas de sueño¿Cuánto tiempo puede estar despierto mi peque?
¿Sabías que los peques pueden aguantar un tiempo máximo despiertos sin que esto les afecte negativamente?
Estos tiempos son las ventanas de sueño, y van cambiando con la edad. Conocerlas nos ayuda a saber cuándo es mejor ofrecer una siesta o comenzar la noche, para así evitar que “se pase de vuelta” y llegue el temido sobrecansancio.
¿Qué pasa si mi peque está demasiado tiempo despierto?
Cuando un bebé está despierto más tiempo del que es capaz de soportar puede ocurrir que esté más irritable, le cueste más dormirse o tenga más despertares.
Es totalmente contraproducente el mito de “que no duerma la siesta para que después duerma mejor”, y es que al tratar de mantenerlos despiertos más tiempo del que son capaces de tolerar su cuerpo se sobreexcita y para cuando queremos que duerman, les resulta mucho más difícil porque tienen que tratar de rebajar esa excitación para dormirse (por eso les puede costar más conciliar el sueño) y también se suelen despertar más a menudo.
Ventanas de Sueño según la edad de mi peque.
Es importante conocer estos tiempos para saber ir organizando las siestas a lo largo del día y que, de esta manera, el sobrecansancio no haga que esté más irritable.
Teniendo esto en cuenta iremos dando pasos hacia un buen descanso para toda la familia. Si necesitas ayuda para cuadrar bien los horarios, o por mucho que lo intentas, no consigues que tu peque duerma bien, recuerda que puedes contar conmigo para ayudarte a calmar este caos con los distintos servicios que ofrezco.
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No sé por qué mi bebé no duerme bien.
Tu bebé no duerme, llora o se despierta, ves que no descansa y por lo tanto tú tampoco.
Pero es que en teoría “lo haces todo bien”.
–¿Será que mi bebé es así y punto?, ¿me ha tocado el bebé que llora y no duerme?
-Tranqui, lo más probable es que no. Mantengamos la calma.
-Pero es que yo lo hago “todo bien”.
No funciona, mi bebé no duerme bien.
Te ha dicho que su peque duerme toda la noche del tirón, le has preguntado que cómo lo hace y te lo ha contado. Corres a tu casa con la motivación por los cielos, pruebas y nada. No funciona.
Y es que haciendo EXACTAMENTE lo mismo, dos familias distintas con dos bebés distintos, uno puede dormir bien y el otro no. Esto no significa que lo que hagas esté mal, simplemente que para las características de tu bebé y familia, quizás haya otra forma de hacer las cosas que encajen mejor.
Cada bebé es diferente, hay que adaptarse.
Seguramente escuchaste mil veces lo de “cada bebé es un mundo”, y es que es así. Los bebés son individuos, con sus propias peculiaridades y, aunque hay generalidades comunes a todos los bebés, también hay aspectos, muchas veces muy sutiles, que son particulares de cada individuo. Hay que tenerlos muy en cuenta.
Por eso, no te obceques en hacerlo todo igual que los demás. Observa a tu peque y trata de encontrar aquello que mejor pueda funcionarle.
Si después de un tiempo necesitas ayuda para esta tarea, no dudes en contactar conmigo, soy psicóloga especializada en sueño infantil y crianza respetuosa, los servicios que ofrezco al ser totalmente personalizados podrán ayudarte en tu caso concreto.
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La Teoría del Caos y la Crianza
¿Conoces la Teoría del Caos?
Es esa que dice que pequeños cambios en las condiciones iniciales crean grandes diferencias respecto al resultado final. Al igual que con el llamado “Efecto Mariposa” según el cual “el aleteo de una mariposa se pueden sentir al otro lado del mundo” causando por ejemplo un huracán. Esto en la crianza pasa mucho, ¿no crees?
¿Qué tiene que ver la Teoría del Caos con la Crianza?
Quizás te estás esmerando mucho en que tu peque coja determinados hábitos y, de repente, ¡ZAS! pasa algo y ese algo rompe tus planes. Por ejemplo, cuando empezamos la alimentación complementaria con nuestro hijo mayor, siempre estábamos muy pendientes de no chupar los cuchillos, no queríamos que fuese algo a imitar ya que, obviamente, podría ser peligroso. Lo logramos durante mucho tiempo, hasta que un día vio a una persona lamer el cuchillo tras untar algo en el pan, ese pequeño gesto que observó justo ese día, tiró por tierra todos nuestros esfuerzos y estuvo tiempo que quería chupar los cuchillos porque había visto que se podía hacer.
¿Qué tiene que ver el Efecto Mariposa con el Sueño Infantil?
Pues estas relaciones también ocurren con el sueño. Muchas veces no sabemos qué es lo que ha ocurrido pero nuestro bebé, que antes dormía razonablemente bien, de repente duerme fatal, o incluso no sabes porqué el tuyo nunca ha dormido bien.
A veces hay rutinas que aunque no lo sepamos están influyendo negativamente en el sueño de nuestro peque. Muchas veces por desconocimiento o porque nos dejamos llevar por el día a día introducimos pequeños y, supuestamente insignificantes, cambios o “ayudas” que hacen que a la larga el sueño se vea afectado. En estos casos, te puedo ayudar a ver qué es lo que está haciendo que el sueño de tu peque no sea bueno, y poco a poco ir realizando cambios para mejorar su descanso y el de la familia.
Si tu familia vive en el caos, Calma el Caos.
Y es que llega un momento en que las familias parecen vivir en el caos: no sabes exactamente qué es lo que va a hacer tu peque que cambie o no, no sabes qué acción va a hacer que haya un precedente porque el que todo cambie.
Quizás también haya desorden, ruido, cansancio, incertidumbre… lo normal con pequeños seres humanos en crecimiento.
Así que, ante todo esto, busquemos la calma, la calma dentro de este caos y, así, calmaremos el caos.